1. Chapter 1 (1/2)
digimon no me pertenece y escribo esta historia sin fines de lucro.
las teorias koushirou y su praxis
koushirou no sabia realmente demasiado so
e noviazgos, relaciones amorosas ni cortejos y, siendo honestos, no le interesaba un monton. las cosas que él sabia, más o menos, se pueden resumir en lo siguiente: que si a la chica le gusta el chico, le hace una torta en navidad, o le da chocolates el 14 de fe
ero, y que tenian que ser hechos a mano. que si al chico le gusta la chica, le da chocolate el 14 de marzo.
todas convenciones sociales que a él no le interesaban en lo más minimo, pero como buen ser educado, cumplia cada 14 de marzo en devolverle chocolates (comprados) a sus amigas. alguna vez su madre quiso ensearle a hacer chocolate casero, incluso le compro un delantal celeste. koushirou bostezo disimuladamente y le pidio que mejor le enseara a hacer sus famosas galletas de cardamomo, que a nadie le salian más lindas.
asi supero el tema del chocolate casero y no aumento de ninguna manera sus conocimientos so
e cortejos y todas esas cosas que quitaban tiempo y que, creia, embotaban el cere
o. lo habia visto en alguno que otro de sus amigos.
y toda esta situacion, lamentablemente, o graciosamente tal vez, se mantenia en koushirou el dia que descu
io que hikari yagami era su novia. qué como llego a esa situacion sin siquiera haberse declarado? pues, a eso, ni él lo sabe muy bien.
seguramente todo comenzo cuando taichi decidio que no se dedicaria al futbol sino que ingresaria a la universidad y que lo haria con excelentes calificaciones. koushirou no fue el más sorprendido, pero si fue el más dedicado a ayudarlo a triunfar (le ha
á dado taichi la oportunidad de resistirse? probablemente no). koushirou tomo la costum
e de ir todos los dias, menos los fines de semana, durante las dos horas previas a la cena a casa de taichi. absolutamente todas las noches se escapo a su casa a cenar, que muy simpática yuuko sin dudas, pero que su madre le cocinaba con mucho amor y seria desagradecido de su parte desairar asi el cario de su progenitora. que yuuko ya tenia dos hijos para que comieran sus comidas.
koushirou no era un ser malvado, pero un poco de malicia de vez en cuando podia hacerlo reir un buen rato (en privado).
la cuestion fue que entre tanto visitar a taichi y ayudarlo a repasar y, más importante, a concentrarse y a aprender a estudiar y ser responsable (y a este punto lo defendia con mucho orgullo, ya que taichi jamás falto a sus reuniones), koushirou empezo a pasar más tiempo con hikari.
ella al principio los miro con curiosidad. molestaba a taichi cuando lo veia muy concentrado, les sacaba fotos. le servia té a koushirou y le ofrecia comida, pero él por las dudas nunca comia mucho; hikari era más o menos como yuuko en ese sentido.
hikari no comenzo a sentarse con ellos en la mesa hasta que descu
io que a taichi le estaba yendo bien y que gran parte del tiempo koushirou se quedaba sentado, educadamente, esperando que él tuviera alguna duda. no parecia necesitar estudiar mucho, asi que no se llevaba sus apuntes. ella, entonces, comenzo a pedirle ayuda.
para koushirou era sencillo porque ya habia pasado por las clases de hikari aunque, sorprendentemente, ella era menos aplicada que taichi y se distraia fácil.
―cuando sales por la maana y hay niebla, no sientes que estás encerrado dentro de un espejo? ―le pregunto una vez.
koushirou definitivamente no lo sentia. intento explicarle los motivos meteorologicos por los que habia niebla, pero ella prontamente perdio interés.
cuando hikari se aburria de repasar, le mostraba fotos. a koushirou le gustaba especialmente este momento, porque ella veia cosas que él jamás hubiera notado. gotas que caian de las hojas luego de dias de niebla fuerte, y que desde la foto reflejaban la cámara de hikari ―como un espejo, ciertamente. gatos con una oreja apretada entre las patas mientras intentaban limpiársela. sonrisas que él no veia.
hikari le pidio ayuda con programas de diseo. no queria toquetear mucho sus fotos, pero le serviria saber como aclararlas o aumentarles el
illo o los colores. tal vez, si algun dia se decidia a participar en un concurso, podria limpiar sus fotos antes de hacerlo.
asi que cuando taichi dejaba de necesitar ayuda, koushirou se acostum
o a encerrarse con hikari en su habitacion, aunque siempre con la puerta abierta, y ayudarla en su computadora de escritorio a manejar distintos programas de diseo.
aunque lo cierto es que eso solo fue al principio. a hikari el diseo virtual le interesaba mucho más que el estudio escolar, y aprendio todos los trucos que él le enseo mucho antes de que él tuviera tiempo de aprender so
e nuevos programas.
asi que mientras la miraba editar fotos, y esperaban a que taichi necesitara algo, koushirou y hikari conversaban.
―no puedes vivir más tiempo sin un gato ―le dijo una vez―. sé que es exagerado, pero no conocerás la felicidad total hasta que tengas a uno ronroneando en tus piernas durante varias horas.
―no quiero ser
usco ―dijo―, pero siento que no sé como manejarme con los animales... no es que a mamá no le gusten, pero en casa siempre fue muy importante que todo estuviera limpio. creo que por eso nunca tuvimos mascotas.
―no importa. yo te puedo prestar a miko para eso ―sonrio―. pero tienes que quererlo. los gatos son muy perceptivos y enseguida se dará cuenta de que lo haces solo para contentarme.
koushirou se ruborizo.
―no sé si seria solo para contentarte ―dijo, aunque bajo el tono de voz―. es que no me molestaria... probar. esa experiencia.
pero ese dia no pudieron encontrar a miko, que mantenia su costum
e de escaparse al parque, y tailmon no sabia ronronear.
―le sale tan artificial ―rio hikari.
y koushirou penso que nadie más que hikari le pediria a su digimon que ronroneara, para ver que tal le salia.
y entonces taichi aprobo sus exámenes y se fue a la universidad.
koushirou siempre fue un ser de costum
es y rutinas, pero no fijas. no le costaba, si la situacion lo requeria, cambiar su dia a dia, pero tendia a cambiarlo por un esquema al menos en parte rutinario como el anterior.
le costo un poco más cuando debio dejar de ir a casa de sus amigos. extraaba a taichi? era posible; él no solo era su amigo más cercano desde que eran chicos, también lo era sora, quien se habia ido a la universidad como él, y para colmo se habian llevado a yamato, que a veces era un poco hurao pero tenia muchisimo en comun con koushirou. sintio que la falta de esas tres personas en su vida era, casi, desgarradora.
no lo habia sentido tanto con jyou, tal vez porque él nunca habia estado demasiado presente, o porque nunca habian sido tan cercanos como lo fue con taichi y compaia.
y lo que más le molestaba era que él sabia hacia aos que, eventualmente, ellos se irian a estudiar y que se verian menos, incluso aunque no se fueran de tokio. sus horarios serian distintos y sus lugares de estudio también, comenzarian a hacer nuevas amistades y hasta taichi deberia esforzarse un poco por seguir estando en el medio de los otros dos (en realidad, no deberia esforzarse tanto. si lo pensaba seriamente, esa amistad de a tres no se romperia fácilmente). era el discurrir de la vida, el devenir, el transcurrir. siempre lo habia sabido y penso que estaba "preparado" para eso, si es que se necesita estar preparado para algo tan sencillo como el continuar.
y por más que le diera vueltas en su cabeza, y que tratara de ordenarse el dia de formas distintas y de enojarse consigo mismo por estar tan molesto por algo tan tonto y tan esperable, no lograba dejar de sentir esa pena sin sentido que a veces hasta lo dejaba despierto por las noches.
se sintio débil sin haberse sentido fuerte nunca antes.
un dia, encontro a hikari fuera del instituto. se hallaba sentada contra las rejas de entrada. su falda celeste se arrugaba debajo suyo y ella, con expresion molesta, se apretaba la panza.
―hikari? ―pregunto, alarmado. le sorprendio que estuviera sola.
―koushirou, hola ―sonrio y se incorporo con algo de esfuerzo.
―te encuentras bien? te llevo a la enfermeria, te acompao a tu casa? donde están takeru y los demás?
―estoy bien, estoy bien ―movio una mano en el aire, intentando quitarle importancia a su preocupacion―. no sucedio nada. me demoré y cuando sali ya se habian ido, les pedi que no me esperaran.
sin embargo, ya hacia más de una hora que debian haberse marchado.
―por qué te demoraste tanto? ―esa pregunta le sonaba un poco entrometida, pero le daba pena preguntar lo que de verdad queria saber―. es porque estás enferma, no es cierto? estuviste en la enfermeria?
―me encuentro bien. ―se arreglo la falda arrugada, que igualmente quedo doblada en una forma extraa detrás de ella, y se desa
ocho el moo rojo―. comi algo en mal estado, ya sabes... mi madre.
koushirou se sonrojo por haber obtenido la respuesta a la pregunta que no se habia animado a hacer, pero también se preocupo más.
―aun te duele la panza? puedes caminar hasta tu casa, si te acompao?
―no es el dolor lo que me molesta. ―callo y alzo la vista hacia los árboles―. es...
―qué cosa? ―no queria importunar, pero tampoco queria no saber.
―bueno, es algo tonto ―rio―. no puedes reirte cuando te lo cuente, de acuerdo? ―koushirou asintio, serio―. pues... como me cayo mal la comida, y siento que no comi nada, estaba pensando en... ―la animo a seguir con un gesto de su rostro―. estaba pensando en que necesitaba comer algo rico, pero muy rico! para compensar la tarde que he tenido.
a koushirou no se le hubiera ocurrido reir, o al menos no hasta después de haber expresado su perplejidad a
iendo la boca.
―te agradezco que no hayas reido, pero ahora ya puedes hacerlo. sé que puedo ser un poco infantil de vez en cuando ―admitio.
volvio a descartar la risa, pero no pudo evitar la sonrisa.
―no es infantil. es... logico. tan logico. como no se me ocurrio antes? ―agrego, bajando el tono de voz. hikari sonrio con él.
―me senti un poco débil cuando salia y por eso me recosté en la reja. pero ya me siento bien. me... me acompaarias a tomar algo?
koushirou noto que hikari, que por lo general era muy segura con lo que decia, titubeaba un poco cuando pensaba que estaba pidiendo algo, o causando una posible molestia.
―si ―dijo―. sé que te gustan los helados, pero... ―se detuvo, porque los ojos de hikari se habian iluminado al escuchar la pala
a "helados"―. lo siento. vayamos a comer un helado.
―koushirou, qué ibas a decir? ―se posiciono delante de él para no dejarlo partir.
―es una tonteria ―dijo, sonrojado.
―una tonteria que tiene que ver con comida rica? no hay tonterias relacionadas con la comida rica!
inadvertidamente, koushirou rio. hikari lo hizo con él.
―lo siento, no quiero comportarme como una nia. es solo que te noto reticente y quiero que te relajes ―sonriendo, se animo a tocarle un hom
o con suavidad. l se turbo, pero no se retiro―. soy yo, hikari. la de siempre.
"hikari, la de siempre". esas pala
as permanecerian en su mente mucho más tiempo del imaginado.
―lo que queria decir es que mi madre me dijo que me prepararia galletas hoy. siempre hace muchas, no seria una molestia darte algunas... eso, si... ya sabes... vienes hasta casa y las comemos, o las llevas! ―hikari rio al darse cuenta de lo nervioso que se estaba poniendo―. también puedo dejarte en tu casa, asegurarme de que llegas bien, y luego buscar algunas y llevártelas a tu casa. no seria mucho trabajo, ya sabes ―se rasco la cabeza, nervioso ante la risa franca de hikari―. seria como en los viejos tiempos... ―murmuro.
hikari callo. y luego volvio a sonreir.
―si de verdad no es molestia, me gustaria ver a tu madre y comer las galletas con ella. asi podré agradecerle apropiadamente. además... ―también titubeo, pero el sonrojo de koushirou le causo ternura―, como tu dijiste... seria como en los viejos tiempos.
―como en los viejos tiempos ―asintio koushirou.
luego se daria cuenta de que, mientras estuvo con ella, no volvio a sentir la falta de taichi y a enojarse por no haber previsto su tan evidente y esperada partida.
y esa no fue la unica vez que hikari fue a tomar la merienda en casa de koushirou.
yoshie era una activa conversadora y hikari una educada y simpática jovencita con mucho gusto por las cosas dulces. yoshie se encargo de insistir a koushirou, encarecidamente, que la siguiera trayendo para que ella pudiera conversar acerca de sus recetas con alguien nuevo, alguien con tanta pasion por lo dulce que yoshie, casi, se sentia rejuvenecida.
―y so
e todo util ―siempre aclaraba.
los dias en que koushirou no tenia club de computacion ni hikari danzas, se encontraban fuera del instituto y marchaban a su casa. hacian sus deberes juntos mientras yoshie le daba a hikari distintas cosas que probar. mientras hizo calor, preparo incluso complicadas tortas con helado, pero a medida que empezo a asentarse el frio, se contento con pesadas y potentes preparaciones con chocolate.
koushirou dejo de sentir el pesar que lo aquejaba desde que sora y yamato, y so