9. Hacia Rohan (1/2)
disclaimer:la tierra media y sus personajes pertenecen a nuestro querido j.r.r. tolkien y a sus herederos. demás personajes y lugares inventados son mios.
capitulo 9. hacia rohan
—arian, debes aprender —le regao su madre—. alguien tendrá que hacerse cargo del puesto cuando yo muera.
—somos casi inmortales, madre, solo nos puede matar una herida muy grave o de un buen disgusto —apunto ary—. a no ser que la vecina te dé de palos hasta hartarse porque le has vuelto a cortar las ramas de su árbol, dudo mucho que me tenga que hacer cargo del puesto tan rápido.
—también necesito a alguien que me ayude —aadio su madre.
—es que esto es muy aburrido —se quejo la joven—. yo quiero salir de viaje y recorrer la tierra media. ver todos los pueblos y conocer a todas y cada una de las razas. luego cruzaré el mar y seguiré viajando hasta que haya recorrido todos los rincones de este mundo. escribiré so
e ello y todos podrán saber todo acerca del mundo en el que viven —relato la joven soadora.
—lo que tienes que hacer es buscar a un joven elfo bueno y casarte. te haria bien poner los pies en el suelo. ya no eres una nia y… oye! a donde vas? —le grito la madre al ver que se alejaba.
—a buscar a ese joven elfo bueno —ironizo ary mientras se alejaba corriendo del mercado, entre las risas de algunas elfas que estaban alli.
—está muy callada —susurro elrohir preocupado.
—lo sé. cuánto tiempo lleva asi?
—creo que unas cinco horas.
—qué hacemos?
—ni idea. y si intentamos distraerla?
—y si se enfada?
—escaparé mientras ella te tortura a ti primero.
—serias capaz de abandonar a tu gemelo? —pregunto enfadado elladan.
—no! solo iria a buscar ayuda… a la otra punta del mundo —respondio su hermano sonriendo alegremente.
los dos miraban muy preocupados a la inusualmente silenciosa arian. la joven habia permanecido callada y absorta en sus pensamientos desde que pusieron pie en tierra y empezaran a viajar hacia rohan. al principio los gemelos no le dieron importancia, pero pasada una hora empezaron a preocuparse. la joven, que no se callaba ni debajo del agua, les tenia intrigados con su prolongado silencio.
—ahora en serio, no perdemos nada por intentarlo.
—y como la distraemos? ni siquiera sabemos en qué está pensando.
—y si le contamos lo que hicimos aquella vez con glorfindel y las botas?
—mmm… no. qué tal aquella de la miel y las almohadas de glorfindel?
—y las capas de glorfindel y los caracoles?
—por qué todas nuestras
omas van solo para glorfindel?
—es verdad. tal vez deberiamos buscar a otra victima más para dejar descansar un poco a ese remilgado.
—no digas victima. mejor llámalo inocente corderito.
—victima!
—inocente corderito!
—victima!
—inocente corderito!
y mientras a glorfindel, al que todavia no le habia crecido el pelo y tenia que esconder el desastre con la capucha de la capa, le pitaban los oidos y sentia escalofrios sin motivo aparente los gemelos siguieron discutiendo de igual modo un buen rato. entre tanto, perdida totalmente en sus recuerdos, ary los ignoraba por completo.
—venga, tirala de una vez —le grito una de sus amigas desde el otro lado del rio.
—ya va, ya va —respondio ary acabando de atar la cuerda a la rama de un árbol.
lanzo la cuerda a sus amigas y espero a que ellas la atasen a un árbol de su orilla. luego las dos se reunieron con arian. siguieron explorando el bosque en busca de un supuesto tesoro que, segun un viejo elfo, habia. los planes para ese tesoro eran repartirlo en partes iguales y luego cada una hacer lo que quisiera con su parte.
—yo me compraré un monton de vestidos nuevos —dijo una de ellas.
—y yo también —afirmo la otra—. tal vez asi pueda encontrar a un buen marido. hasta puede que el principe se fije en mi! —exclamo emocionada.
—el principe no mira más allá de sus propios pies —ironizo la joven ary—. dudo mucho que se fije en nada que salga de ese palmo de tierra que él mismo ocupa.
—qué tienes en contra del principe? —inquirio su amiga algo indignada—. y por qué no ha
ia de fijarse en mi?
—para qué necesita él fijarse en ninguna de nosotras si tiene en su palacio a un monton de elfas de la nobleza que puede mirar? —le pregunto a su vez ary.
la elfa se quedo callada sin saber que responder, pues estaba segura de que ary tenia mucha más razon de la que ella le daria nunca.
—en qué te gastarás tu parte ary? —interrumpio su otra amiga.
—en viajar.
—creo que deberiamos hacer algo —murmuro elladan terriblemente preocupado.
—si —concordo su gemelo—. no pensé que fuese capaz de pasar más de ocho horas en silencio total.
—queréis callaros? —les solto de repente ary, enfadada—. estoy intentando recordar cuando fue que cambie mis sueos por una simple y tonta promesa.